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Juan Roberto Aguiló nació sin brazos, pero no ha sido impedimento para lograr sus metas. «No tenía brazos así que utilicé mis piernas», relata el chileno, convertido en campeón nacional de freestyle.
Su vida es una historia de superación, y además de hacer virguerías con el balón utiliza su ejemplo a través de charlas motivacionales para promover la actitud positiva ante la vida en jóvenes de escasos recursos, como los venidos desde Mozambique.
Precisamente ayer, nada más salir del Ayuntamiento donde fueron recibidos por el alcalde, los componentes del equipo 'Cruzada por los niños' pudieron compartir unos momentos con el campeón chileno. Juanro les deleitó con los malabares que es capaz de hacer con el balón y dejó que ellos también practicaran. Ha venido invitado por la organización y son varios los equipos a los que ha transmitido su mensaje en las exhibiciones que está llevando a cabo en la Fan Zone.
«Les digo que no tengan miedo a ser diferentes y que confien en sus propias capacidades, como yo hice en su día. Con una actitud positiva y valores como la superación se pueden desbloquear todos los caminos. Suelo hablar de las tres D: deseo, disciplina y determinación», cuenta Juanro. A su actividad la denomina «deporte mezclado con arte y es una forma para expresarme con los más jóvenes».
En Donostia está disfrutando mucho con ellos. «Los chicos de Mozambique estaban demasiado contentos. Me gustan los niños porque se sorprenden y tienen más ganas de aprender. El intercambio cultural que estoy viviendo estos días aquí es muy bonito. Ellos también me ayudan a mí. Es recíproco».
Fuente: diariovasco.com
